lunes, 7 de septiembre de 2009

El Mesías rey crucificado: La nueva Escritura.

El Mesías rey crucificado: La nueva Escritura.
(Jn 19,19-22)

19, 19. Pilato escribió además un letrero y lo fijó en la cruz; estaba escrito: JESÚS EL NAZARENO, EL REY DE LOS JUDÍOS.
20. Este letrero lo leyeron muchos judíos, porque estaba cerca de la ciudad el lugar donde fue crucificado Jesús. Y estaba escrito en hebreo, latín y griego.
21. Dijeron entonces a Pilato los sumos sacerdotes de los judíos:
- No dejes escrito: “El rey de los judíos”, sino: “Éste dijo: Soy rey de los judíos”.
22. Replicó Pilato:
-Lo que he escrito, escrito lo dejo.


EXPLICACIÓN.

19-22. Al dictar Pilato el letrero (19), contradice la opción de los sumos sacerdotes: el rey de los judíos no es el César, sino Jesús (19,15). Vuelve a aparecer el título el Nazareno/Nazoreo (18,5.7), el vástago de David, el Mesías anunciado; en él se cumplen las promesas. La expresión estaba escrito es la clásica para designar los textos de la antigua Escritura (2,17; 6,31.45; 10,34, etc.). El letrero de la cruz describe el contenido de la nueva, que no es para ser leída, sino contemplada (1,14; 17,24; 19,35).
Los sumos sacerdotes no pueden tolerar que el mismo representante del emperador les eche en cara su traición (21). La respuesta de Pilato (22) tiene tono de oráculo: lo escrito es definitivo, no se puede cambiar (cf. 10,35).
El letrero es así el título de la nueva Escritura, cuyo contenido es Jesús, que da su vida por los hombres. Él es el código o norma de la nueva alianza, destinado a todos los pueblos (hebreo, latín y griego): el lenguaje del amor es universal. Este código no enuncia preceptos que expliciten la voluntad de Dios; Jesús crucificado es la expresión de los que Dios es y quiere para el hombre. La nueva Escritura no es un enunciado, sino una persona. El conocimiento y la relación con Dios no se obtienen ya a través de textos escritos, sino a través de Jesús.

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