domingo, 26 de julio de 2009

El aviso final.

El aviso final
( Jn 12, 44-50)

12, 44. Jesús dijo gritando:
- Cuando uno me da su adhesión, no es a mí a quien la da, sino al que me ha enviado.
45. y cuando uno me ve a mí ve al que me ha enviado.
46. Yo he venido al mundo como luz; así, nadie que me da su adhesión permanece en la tiniebla.
47. Si uno escucha mis exigencias y no las cumple, yo no doy sentencia contra él, porque no he venido para dar sentencia contra el mundo, sino para salvar al mundo.
48. Cuando uno me rechaza y no acepta mis exigencias, tiene quien le dé sentencia: el mensaje que he propuesto dará sentencia contra él el último día.
49. Porque yo no he propuesto lo que se me ha ocurrido, sino que el Padre que me envió me dejó mandado él mismo lo que tenía que decir y que proponer,
50. y sé que su mandamiento significa vida definitiva; por eso, lo que yo propongo, lo propongo exactamente como me lo dijo el Padre.

EXPLICACIÓN.

44-50. Después del rechazo por parte de Israel como pueblo, Jesús deja abierta su invitación a los individuos. Resumen del significado y consecuencias de la actividad de Jesús. Tercera vez que habla gritando (cf. 7,28.37), para afirmar el origen divino de su mensaje (44). No hay más Dios que el que se ve en Jesús (45). Exigencias (47), cf. 6,63.68. Afirma una vez más el carácter únicamente liberador/salvador de su misión. Subraya la libertad del hombre (48), que es responsable de su suerte. Jesús enfrenta al hombre (48), que es responsable de su suerte. Jesús enfrenta al hombre con esa realidad para estimularlo a la opción positiva, haciéndole ver las consecuencias de su rechazo. El último día, el de la muerte de Jesús (cf. 7,37), cuando dará la prueba definitiva de su amor al hombre. Ese día, el mensaje propuesto por Jesús juzgará a los hombres; es decir, una vez dada la prueba del amor supremo, no habrá excusa válida para rechazarlo.
Origen divino de su mensaje (49); alusión a Dt 18,18. Los “mandamientos” (50) o encargos del Padre a Jesús (10,17s) son un modo de expresar la misión mesiánica.

SÍNTESIS.

Jesús es la única revelación plena de Dios (cf. 1,18). Toda idea o teoría sobre Dios que no sea compatible con lo que se ve en Jesús es falsa. Dios no es una idea, es el Padre, persona, vida y amor, y se manifiesta en Jesús y en su actividad a favor de los hombres.
La misión de Jesús es ofrecer a los hombres una alternativa a su estado de frustración y fracaso, darles la posibilidad de salir de la opresión. El hombre queda en libertad de aceptar su ofrecimiento, pero el rechazo de la vida lleva en sí la opción por la muerte.

Las causas de incredulidad.

Las causas de incredulidad.
(Jn 12,37-43).

12, 37. A pesar de tantas señales como llevaba realizadas delante de ellos, se negaban a darle su adhesión;
38. así, se cumplieron las palabras que dijo el profeta Isaías:

Señor, ¿quién ha creído nuestro anuncio?
Y ¿a quién se ha revelado la fuerza del Señor?

39. Y no podían creer por aquello que dijo en otra ocasión Isaías:

40. Les ha cegado los ojos
y les ha embotado la mente,
para que sus ojos no vean
ni su mente perciba
ni se conviertan
ni yo los cure.

41. Esto lo dijo Isaías hablando de él, porque había visto su gloria.
42. A pesar de todo, muchos, incluso de los jefes, le dieron su adhesión, pero por causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser excluidos de la sinagoga,
43. prefiriendo la gloria humana a la gloria de Dios.


EXPLICACIÓN.

37-43. El evangelista comenta lo que acaba de suceder (37). A pesar de la evidencia de las señales liberadoras (su fuerza/su brazo), el pueblo no ha dado su adhesión a Jesús; en ello ve Jn el cumplimiento de Is 53,1 (38), que el profeta aplicaba al Servidor de Dios. La razón del rechazo está formulada con el texto de Is 6,9s (39-40). Pero, a diferencia de Is, es la Ley, apoyo e instrumento del régimen judío, la que ha cegado al pueblo; la gran tragedia de éste es haber hecho suya la ideología del sistema que lo oprime; no yo los cure, como al paralítico (5,6.9.11.13). Isaías vio la gloria de Jesús (Is 6,3) (41), porque ésta es la del Padre. Tremenda responsabilidad de los dirigentes (42-43), que, por miedo a perder su posición, callan, traicionando al pueblo (cf. 5,44). Han visto que lo que creían verdadero era falso, pero siguen defendiéndolo; aceptar la gloria/amor al hombre que perciben en Jesús significa perder su posición de privilegio.

SÍNTESIS.

Dilema del hombre cuando la acción de Dios derriba sus antiguas seguridades doctrinales: o se fía de Dios y acepta el riesgo, o se cierra al Espíritu y se aferra a sus convicciones pasadas, aun sabiendo que carecen de validez. Es la opción entre luz y tinieblas. El hombre se juega en ello su porvenir.