domingo, 15 de febrero de 2009

La ley, obstáculo a la libertad.

La ley, obstáculo a la libertad.
5. 9b. Era aquél un día de precepto.
10. Dijeron, pues, los dirigentes judíos al que había quedado curado:
- Es día de precepto y no te está permitido cargar con tu camilla.
11. Él replicó:
- El que me dio la salud fue quien me dijo: “Carga con tu camilla y echa andar”.
12. Le preguntaron:
- ¿Quién es el hombre que te dijo: “Cárgatela y echa a andar?”
13. El que había sido curado no sabía quién era, pues, como había mucha gente en el lugar, Jesús se había escabullido.
14. Algún tiempo después, Jesús fue a buscarlo en el templo y le dijo:
- Mira, has quedado sano. No peques más, no sea que te ocurra algo peor.
15. El hombre notificó a los dirigentes judíos que era Jesús quién le había dado la salud.
EXPLICACIÓN.
9b – 15. Jesús no se ha preocupado del precepto (9b); para él cuenta sólo el bien del hombre en cualquier circunstancia. Para los dirigentes judíos, por el contrario, cuenta sólo la observancia de la Ley (10). La observancia del precepto del descanso equivalía a toda la Ley; su violación lo era de la Ley entera. Interpretada y controlada por los dirigentes, la Ley no tolera la libertad del hombre; quieren quitarle la que le ha dado Jesús; éste le ha dicho que viole el precepto, porque es la sumisión a la Ley, instrumento de opresión, la que causa la postración del pueblo. Réplica de los dirigentes (12); no les alegra que el hombre haya recobrado la salud; los alarma, en cambio, que alguien se atreva a dispensar de las obligaciones religiosas que ellos imponen. No les preocupa el pueblo, pero sí su propio poder.
El individuo está en el templo (14), no ha echado a andar: sigue aceptando el dominio de la institución (2,14ss). Ése era el pecado que causaba su enfermedad, la de la muchedumbre (1,29: el pecado del mundo, la adhesión a ideologías/tiniebla que impiden la plenitud humana). Recibido el aviso de Jesús, se presenta ante los dirigentes: por boca de este hombre, el pueblo liberado atribuye su salvación a Jesús y da testimonio de ella ante sus antiguos opresores.
SÍNTESIS:
En la primera subida a Jerusalén, Jesús denunció públicamente la institución del templo, provocando una adhesión numerosa, pero equivocada (2,23s). La segunda vez que sube, anónimamente, libera al pueblo sin estrépitos ni señales portentosas, sin aparecer como líder.
Prescinde por completo de los dirigentes, que habían rechazado su denuncia y propuesta. Lo único que le importa es el pueblo, por eso va adonde éste se encuentra reducido a la miseria y a la impotencia. Procede así haciendo caso omiso de las prescripciones religiosas, y del todo indiferente a la opinión de las autoridades. No provoca una rebelión, comunica a los oprimidos salud y fuerza, los capacita para la actividad haciéndolos caminar por su cuenta. Quita adeptos a la institución judía fomentando la ruptura con ella.

El pueblo enfermo y el inválido que camina.

PRIMERA SECCIÓN: FIESTA EN JERUSALÉN.
(5,1-47)
El pueblo enfermo y el inválido que camina.
5. 1. Algún tiempo después era fiesta de los Judíos y subió Jesús a Jerusalén.
2. Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que en la lengua del país llaman El Foso, con cinco pórticos;
3. en ellos yacía una muchedumbre, los enfermos: ciegos, tullidos, resecos.
5. Había un hombre allí que llevaba treinta y ocho años con su enfermedad.
6. Viéndolo Jesús echado y notando que llevaba mucho tiempo, le dijo:
- ¿Quieres ponerte sano?
7. Le contestó el enfermo:
- Señor, no tengo un hombre que, cuando se agita el agua, me meta en la piscina; mientras yo llego, otro baja antes que yo.
8. Le dice Jesús:
- Levántate, carga con tu camilla y echa a andar.
9a Inmediatamente se puso sano el hombre, cargó con su camilla y echó a andar.
EXPLICACIÓN.
1-9a. Segunda subida a Jerusalén, pero no ya al templo/institución, sino a encontrar al pueblo oprimido (el inválido). El episodio muestra la fuerza que Jesús infunde y la libertad que da al hombre, haciéndolo dueño de sus propias decisiones (8: levántate… y echa a andar).
Aparece de nuevo el tema de las ovejas (2: la Puerta de las Ovejas, cf Neh 3,1.32), que Jesús echó fuera del templo (éxodo) (2,14s; cf. 10,1ss). La muchedumbre representa al pueblo, abandonado por los dirigentes. Los pórticos relacionan a este lugar con el templo (cf 10,23), en cuyos pórticos se enseñaba la Ley.
La fiesta oficial contrasta con la situación de los excluidos de ella (2 Sm 5,8). La muchedumbre (3) está ciega por obra de la tiniebla, la falsa ideología que le impide su desarrollo y plenitud humana; tullida, privada de actividad, reducida a la impotencia; reseca, sin vida; es un pueblo muerto (Ez 37,1-14).
Los vv. 3b-4: que aguardaban la agitación del agua, porque de vez en cuando el ángel del Señor bajaba a la piscina y removía el agua; y entonces, el primero que entraba después de la agitación del agua quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese, son una interpolación, inexistente en los mejores códices y que contradice el sentido del pasaje.
El enfermo (5) representa a la entera muchedumbre. Treinta y ocho años, los de la generación que murió sin ver la tierra prometida (Dt 2,4); la muchedumbre va a morir sin encontrar la salvación. La enfermedad es suya, es decir , el hombre es responsable de ella por haber aceptado la ideología del sistema (cf. 5,14: no peques más), que apaga la vida (1,5).
Se imagina que Jesús lo va a meter en el agua (7). Agitarse se usa en el NT sólo de personas y multitudes; la agitación del agua representa las revueltas mesiánicas del tiempo, en las que el pueblo oprimido esperaba vanamente encontrar remedio a sus males. Jesús responde de otro modo a la expectación del enfermo/pueblo; le da la capacidad de actuar por sí mismo, sin depender de otros, y lo incita a usar de su libertad (cargar con la camilla en día de fiesta, contra la prescripción legal) (8). Lo hace dueño de su pasado (camilla), para que pueda desecharlo.
La perícopa expone el modo como Jesús va liberando al pueblo. Su propósito es darle la posibilidad de abandonar la institución que lo oprime y le quita la vida. Comunica una nueva vitalidad que permite a los hombres levantarse y buscar su propio camino.

Señales de vida, no alardes de poder.

CICLO DEL HOMBRE.
EL ÉXODO DEL MESÍAS
(4,46b-11,54)
Episodio programático:
Señales de vida, no alardes de poder.
4. 46b. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaún.
47. Al oír éste que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo y le pidió que bajase y curase a su hijo, que estaba para morirse.
48. Le contestó Jesús:
- Como no veáis señales portentosas, no creéis.
49. El funcionario le insistió:
- Señor, baja antes que se muera mi chiquillo.
50. Jesús le dijo:
- Ponte en camino, que tu hijo vive.
Se fio el hombre de las palabras que le dijo Jesús y se puso en camino.
51. Cuando iba ya bajando lo encontraron sus siervos, y le dijeron que su chico vivía.
52. Les preguntó a qué hora se había puesto mejor, y ellos le contestaron:
- Ayer a la hora séptima se le quitó la fiebre.
53. Cayó en la cuenta el padre de que había sido aquélla la hora en que le había dicho Jesús: “Tu hijo vive”, y creyó él con toda su familia.
54. Esto hizo Jesús, esta vez como segunda señal, al llegar de Judea a Galilea.
EXPLICACIÓN.
46b-54. Episodio en paralelo con el de la boda en Caná, como segunda señal (54; cf 2,11). Constituye al mismo tiempo un segundo principio (segundo episodio programático).
El poder político (46b, el funcionario real) ve en Jesús un Mesías reformista y poderoso, según la interpretación de su persona y actividad dada en Jerusalén (2,17.23) (47). Preocupado por la situación del pueblo (el hijo) que depende de él, busca en Jesús un aliado del poder (le pidió que bajase a Cafarnaún) que procure una solución dentro del sistema de relaciones existente (subordinación). El poder, impotente para salvar (estaba por morirse). Jesús denuncia la mentalidad de los poderosos (no creéis); esperan la salvación de una demostración de poder (cf. Dn 3,31-33; 4,32), como en el antiguo éxodo (Ex 7,3.9; 11,9,10; 15,11). Jesús va a efectuar una liberación/éxodo, pero sin alarde de fuerza ni ostentación de poder (48). Chiquillo (49): cariño, pero dependencia (menor de edad). Jesús llama al enfermo tu hijo (50), subrayando la igualdad; la salvación implica la libertad, no puede efectuarse en la relación de dependencia. Su mensaje (sus palabras) son vida, que él comunica independientemente de la voluntad del poderoso (50-51).
El cambio de actitud de éste se manifiesta en el texto por los diferente modos de designarlo (46b.49: el funcionario; 50: el hombre; 53: el padre, cambio de relación). La hora séptima (52), que sigue a la sexta, hora de la muerte de Jesús (19,45), es aquella en que, terminada su obra, produce la vida con la entrega del Espíritu (19-30). Ambiente no judío; la salvación será universal y consistirá en comunicar vida al pueblo, independientemente del deseo de los dirigentes.
Esta segunda señal anuncia un comienzo y un programa de actividad. Supone la de Caná y se realiza desde el mismo lugar. El objetivo es el mismo, manifestar la gloria/amor (2,11), pero, ante una institución que rechaza el plan de Dios, Jesús va a dar vida al hombre directamente, fuera del marco institucional (54).

Acogida en Galilea y vuelta a Caná

Termina el ciclo de las instituciones.
Acogida en Galilea y vuelta a Caná.
4. 45. Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, por haber visto personalmente todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también elloa habían ido a la fiesta.
46.a. Llegó así de nuevo a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.
EXPLICACIÓN.
45 – 46a. Resonancia nacional de la actividad de Jesús en Jerusalén. Se cierra el ciclo en que Jesús ha propuesto la sustitución de las antiguas instituciones y ha sido rechazado. Va a comenzar una nueva etapa de su actividad, con un cambio de táctica.

sábado, 14 de febrero de 2009

Samaría: sustitución del culto. El Espíritu.

Samaría: Sustitución del culto. El Espíritu.
4. 4. Tenía que pasar por Samaría.
5. Llegó así a un pueblo de Samaría que se llamaba Sicar, cerca del terreno que dio Jacob a su hijo José;
6. estaba allí el manantial de Jacob.
Jesús, fatigado del camino, se quedó, sin más, sentado en el manantial. Era alrededor de la hora sexta.
7. Llegó una mujer de Samaría a sacar agua. Jesús le dijo:
- Dame de beber.
8. (Sus discípulos se habían marchado al pueblo a comprar provisiones.)
9. Le dice entonces la mujer samaritana:
- ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? (porque los judíos no se tratan con los samaritanos).
10. Jesús le contestó:
- Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú a él y te daría agua viva.
11. Le dice la mujer:
- Señor, si no tienes cubo y el pozo es hondo, ¿de donde vas a sacar el agua viva?
12. ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, del que bebió él, sus hijos y sus ganados?
13. Le contestó Jesús:
- Todo el que bebe agua de ésta volverá a tener sed;
14. en cambio, el que haya bebido el agua que yo voy a darle, nunca más tendrá sed; no, el agua que yo voy a darle se le convertirá dentro en un manantial de agua que salta dando vida definitiva.
15. Le dice la mujer:
- Señor, dame agua de ésa; así no tendré más sed ni vendré aquí a sacarla.
16. Él le dijo:
- Ve a llamar a tu marido y vuelve aquí.
17. La mujer le contestó:
- No tengo marido.
Le dijo Jesús:
-Has dicho muy bien que no tienes marido,
18. porque maridos has tenido cinco, y el que tienes ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad.
19. La mujer le dijo:
- Señor, veo que tú eres profeta.
20. Nuestros padres celebraron el culto en este monte; en cambio, vosotros decís que el lugar donde hay que celebrarlo está en Jerusalén.
21. Jesús le dijo:
- Créeme, mujer: Se acerca la hora en que no daréis culto al Padre ni en este monte ni en Jerusalén.
22. Vosotros adoráis lo que no conocéis, nosotros adoramos lo que conocemos; la prueba es que la salvación proviene de los judíos;
23. pero se acerca la hora, o, mejor dicho, ha llegado, en que los que dan culto verdadero adorarán al Padre con espíritu y lealtad, pues el Padre busca hombres que lo adores así.
24. Dios es Espíritu, y los que lo adoran han de dar culto con espíritu y lealtad.
25. Le dice la mujer:
-Sé que va a venir un Mesías (es decir, Ungido); cuando venga él, nos lo explicará todo.
26. Le dice Jesús:
- Soy yo, el que hablo contigo.
27. En esto llegaron sus discípulos y se quedaron extrañados de que hablase con una mujer, aunque ninguno le preguntó de qué discutía o de qué hablaba con ella.
28. La mujer dejó su cántaro, se marchó al pueblo y le dijo a la gente:
29. – Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho; ¿será éste tal vez el Mesías?
30. Salieron del pueblo y se dirigieron adonde estaba él.
31. Mientras tanto sus discípulos le insistían:
- Maestro, come.
32. Él les dijo:
- Yo tengo para comer un alimento que vosotros no conocéis.
33. Los discípulos comentaban:
- ¿Le habrá traído alguien de comer?
34. Jesús les dijo:
- Para mí es alimento realizar el designio del que me mandó, dando remate a su obra.
35. Vosotros decís que aún faltan cuatro meses para la siega, ¿verdad? Pues mirad lo que os digo: Levantad la vista y contemplad los campos: ya están dorados para la siega;
36. el segador cobra salario reuniendo fruto para una vida definitiva; así se alegran los dos, sembrador y segador.
37. Con todo, en esto tiene razón el refrán, que uno siembra y otro siega:
38. yo os he enviado a segar lo que no os ha costado fatiga; otros se han estado fatigando y vosotros os habéis encontrado con el fruto de su fatiga.
39. Del pueblo aquel muchos de los samaritanos le dieron su adhesión por lo que les decía la mujer, que declaraba: “Me ha dicho todo lo que he hecho”.
40. Así, cuando llegaron los samaritanos adonde estaba él, le rogaron que se quedara con ellos, y se quedó allí dos días.
41. Muchos más creyeron por lo que dijo él,
42. y decían a la mujer:
- Ya no creemos por lo que tú cuentas, nosotros mismos lo hemos estado oyendo y sabemos que éste es realmente el salvador del mundo.
43. Al cabo de los dos días salió de allí para Galilea,
44. pues Jesús mismo había declarado que a ningún profeta se le honra en su propia tierra.
EXPLICACIÓN.
4 – 44. Contraste con el rechazo en Judea: la región infiel y despreciada por los judíos reconoce su situación y acepta al salvador. TEMA CENTRAL: en la nueva relación con Dios desaparece el culto localizado y ritual (templos); el culto verdadero es la práctica del amor, expresión del Espíritu.
Tierra que conserva los recuerdos de los orígenes de Israel (Jacob, José; cf Gn 33,19; 48,22; Jos 24,32), Sicar, la antigua Siquén (Gn 33,18-20; Jos 24,32; Os 6,9) (5).
El manantial de Jacob (6), más adelante llamado el pozo (11.12), que en la tradición judía se convierte en un elemento mítico, que sintetiza los pozos de los patriarcas y el manantial que Moisés abrió en la roca del desierto; cf. Gn 29,2-10; Nm 21,16-18. Es figura de la Ley, de la que brota el agua viva de la sabiduría.
La mujer (7-8) no tiene nombre propio; representa a Samaría, que pretende apagar su sed en su antigua tradición. Encuentro del Mesías con Samaría a solas (cf. Os 2,15s). Dame de beber: Jesús pide una muestra de solidaridad en el nivel humano elemental, que une a los hombres por encima de las culturas y de las barreras políticas y religiosas (9).
Jesús quiere superar la enemistad ofreciendo un don mayor que el que pide. El don de Dios es Jesús mismo (3,16). El agua viva (10) simboliza el Espíritu. Extrañeza de la mujer, como la de Nicodemo (3,5); no conoce más agua que la de la Ley (el pozo) y piensa que ha de extraerse con esfuerzo humano. No se imagina un don de Dios gratuito (11). Conoce el don de Jacob (nos dio), pero no el de Dios (12). Insuficiencia del don hecho por Jacob (13); la Ley no satisface al hombre (cf. Eclo 24,21-23); Jesús ofrece a todos su agua/Espíritu (Is 55), que puede satisfacer las aspiraciones mas profundas del hombre (14); el Espíritu es un manantial interno, no externo como la Ley/pozo; el hombre recibe vida en su raíz misma (dentro); manantial perenne que da vida y fecundidad, desarrollando a cada uno en su dimensión personal. La ley, externa y genérica, despersonaliza; el Espíritu personaliza y comunica una vida que supera la muerte (definitiva). La mujer, dispuesta a abandonar el pozo de la Ley/tradición, que no calma su sed.
Obstáculo para recibir el agua/Espíritu. Cinco maridos (16-18), trasfondo del libro de Oseas, donde la prostituta (Os 1,2) y la adúltera (3,1) son símbolos del reino de Israel, que tenía a Samaría por capital. Prostitución y adulterio: la idolatría, haber abandonado al verdadero Dios (Os 2,4.7-9.15). Alusión a 2 Re 17,24-41, donde se narra el origen de la idolatría de los samaritanos y se mencionan cinco ermitas de dioses, además del culto a Yahvé (2 Re 17,29-32). A estas cifras aluden las palabras de Jesús.
Piensa que la relación con Dios es cultual (19-20). No se trata de elegir entre templos, ha terminado esa época; no hay lugar privilegiado (2,19-2). Mujer (21) significa esposa (cf 2,4). En contraste con la madre de Jesús, que representaba al Israel fiel, la samaritana representa al Israel infiel. Nuevo nombre de Dios: el Padre (21), el dador de vida. Nueva relación, establecida por la comunidad de Espíritu entre Dios y el hombre; excluye todo particularismo (12: nuestro padre Jacob; 20: nuestros padres). Vínculo familiar y personal; el culto será también personal, en el marco de la relación hijo-Padre.
Lo que no conocéis (22), alusión a la infidelidad/idolatría de los samaritanos (cf Dt 13,7). La salvación que proviene de los judíos es Jesús mismo como Mesías (26), salvador de la humanidad entera (cf 11,52).
El verdadero culto a Dios (23) suprimirá el culto samaritano y el judío. No se dará a un Dios lejano, sino al Padre, unido al hombre por una relación personal. Se da culto, se honra al Padre siendo como él, colaborando en su obra creadora, actuando en favor del hombre. Los antiguos cultos y templos sustituidos por el amor leal al hombre (cf. 1,14.17) (el culto con Espíritu y lealtad), que prolonga el del Padre. Urgencia del amor del Padre (el Padre busca). Dios es Espíritu (24), dinamismo de vida/amor; el hombre/hijo ha de comportarse como su Padre: sintonía que lleva a la semejanza. El culto antiguo subrayaba la distancia, humillando al hombre ante Dios; el nuevo (la práctica del amor fiel) tiende a suprimirla, haciendo al hombre cada vez más semejante al Padre. Revelación del Mesías (25-26).
Los discípulos: inferioridad de la mujer (27). La respuesta de la samaritana (28-30) y la de los habitantes abre el horizonte de la cosecha inmediata.
Para mí es alimento (cf. Sal 119,103; Prov 9,5, de la Ley) (34): el designio del Padre es comunicar a los hombres el Espíritu; en otras palabras, terminar la creación del hombre comunicándole la capacidad de amar.
Realizar el designio del Padre se expresa ahora en términos de siembra y siega (36), que están en función del fruto. El salario, el fruto mismo.
Al ocupar la tierra prometida, Israel gozó de bienes que no había trabajado (Dt 6,10s; Jos 24,13). Así ocurrirá ahora a los discípulos, quienes gozarán de la vida en la comunidad mesiánica, nueva tierra prometida, sin esfuerzo propio (37-38), mientras Israel, que rechaza a Jesús, se verá privado de ella (Dt 28,30; Miq 6,15).
La noticia dada por la mujer (39-40) hace comprender a los samaritanos que ha llegado para ellos la hora de la misericordia de Dios (Os 7,1). Dos días, cf Os 6,2: En dos días nos hará revivir. La fe, fruto del contacto personal con Jesús (41-44). Salvador del mundo, cf. 1,29: el que quita el pecado del mundo; 3,16. El tema del profeta rechazado por los suyos se había hecho proverbio (Mt 13,57; Mc 6,4; Lc 4,24; Jr 12,6-9; cf. Jn 1,11).
SÍNTESIS.
El programa universalista de Jesús comienza a realizarse con la llamada del Israel heterodoxo. Los marginados responden, mientras los instalados en el régimen judío lo han rechazado. Jesús supera las barreras creadas por los particularismos étnicos y religiosos (templos); su labor es la personalización del hombre (el designio del Padre), que se alcanza cuando éste posee una nueva calidad de vida/amor (el Espíritu), una nueva actitud respecto a los hombres y al mundo. Dios/el Padre no exige presentes ni dones, él es el dador que comunica vida. El homenaje al Padre ya no consiste, por tanto, en un culto ritual. No hay dos esferas, la de Dios y la de la vida. La existencia misma, dedicada al bien de los demás, que prolonga en el mundo la acción creadora, es el culto que honra al Padre. El amor forma inmediatamente la nueva comunidad humana.
Dios se define como principio dinámico de amor (Espíritu). El sustrato del universo es un amor personal, activo y sin fronteras, hecho presente en Jesús y que por él llega a todo hombre que lo acoge en su realidad humana.
En el hombre, el Espíritu/amor es un nuevo principio vital que toma el puesto de la Ley externa; es constitutivo del hombre y lo que va llevando a su plenitud. El espíritu es único, el de Jesús; por eso crea la unidad en la diversidad.

domingo, 8 de febrero de 2009

Sustitución de los mediadores. El Esposo/Hijo.

Sustitución de los mediadores. El Esposo/Hijo.
3. 22. Algún tiempo después fue Jesús con sus discípulos a la comarca de Judea, se detuvo allí con ellos y bautizaba.
23. También Juan estaba bautizado en Enón, cerca de Salim, por haber allí agua abundante; se presentaba gente y se bautizaba
24. (aún no habían metido a Juan en la cárcel).
25. Entablaron una discusión los discípulos de Juan con un judío sobre ritos de purificación.
26. Fueron después adonde estaba Juan y le dijeron:
- Maestro, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, y de quien tú diste testimonio, resulta que ése está bautizando y todos acuden a él.
27. Replicó Juan:
- Nadie puede apropiarse cosa alguna si no se le concede del cielo.
28. Vosotros mismos me sois testigos de que dije que no soy yo el Mesías, sino que me ha enviado delante de él.
29. El que se lleva a la esposa es el esposo, y el amigo del esposo, que se mantiene a su lado y lo oye, siente gran alegría por la voz del esposo. Por eso, esta mi alegría ha llegado a su colmo.
30. A él le toca crecer, a mí menguar.
31. El que viene de arriba está por encima de todos. El que es de la tierra, de la tierra es y desde la tierra habla. El que viene del cielo,
32. de lo que ha visto personalmente y ha oído, de eso da testimonio, pero su testimonio nadie lo acepta.
33. Quien acepta su testimonio pone su sello, declarando: “Dios es leal”:
34. de hecho el enviado de Dios propone las exigencias de Dios, pues comunican el Espíritu sin medida.
35. El padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano;
36. quien presta adhesión al Hijo posee vida definitiva, quien no hace caso al Hijo no sabrá lo que es vida: no, la reprobación de Dios queda sobre él.
4. 1. Se enteraron los fariseos de que Jesús hacía más discípulos y bautizaba más que Juan
2. (aunque, en realidad, no bautizaba él personalmente, sino sus discípulos).
3. Cuando Jesús lo supo abandonó Judea y se volvió a Galilea.
EXPLICACIÓN.
3,22-4,3. Jesús bautiza (22) o hace bautizar a sus discípulos (4,1), mostrando así su acuerdo con el movimiento contestatario comenzado por Juan Bautista (1,28). Éste ha tenido que cambiar de lugar, ya ha comenzado la persecución contra él (23). Se quiere absolutizar a Juan Bautista; aunque él se presentaba sólo como precursor (1,6-8.15.26.30), sus discípulos pretenden oponerlo a Jesús (26); Juan reafirma su misión y manifiesta su gozo por el éxito del Mesías-Esposo (27-30).
Lo ocurrido con Juan ha sido la tónica general del judaísmo: se había dado valor permanente a los enviados de Dios en el AT, en particular a Moisés. Ellos y su mensaje no se consideraban anuncio y preparación del Mesías, sino término en sí mismos.
Sin nombrarla, se considera la figura de Moisés, el primero de los enviados (31), cuya Ley, tenida por definitiva, se convierte en obstáculo para aceptar al Mesías-Hijo, que propone las verdaderas exigencias/mandamientos de Dios (33-34), las que comunicaban el Espíritu. Jesús no es un profeta más, sino el Hijo. El Hombre-Dios no puede ser alineado con los que lo han precedido en la historia de Israel (35). Quien no lo acepta se niega a entrar en la zona de la vida/amor, queda en la zona de la muerte, contraria al Dios de la vida (35-36). El éxito de Jesús, mayor que el de Juan, provoca los recelos del partido fariseo. Judea no acepta a Jesús (cf 1,11) (4,1-3).
SÍNTESIS: Ha terminado el régimen contractual de la Ley para dar paso a la relación recíproca de amor entre el hombre y Dios. La presencia inmediata de Dios en Jesús hace innecesaria cualquier clase de mediación o de intermediario. Se habían creado instituciones que tenían por objetivo servir de cauce a la comunicación con Dios. Han caducado, pero se niegan a desaparecer, revelando así su perversión: se han constituido fin en sí mismas.

Reacciones a la escena del templo: Sustitución de la ley.

Reacciones a la escena del templo: Sustitución de la Ley.
2. 23. Mientras estaba en Jerusalén, durante las fiestas de Pascua, muchos prestaron adhesión a su figura al presenciar las señales que realizaba.
24. Pero Jesús no se confiaba a ellos, por conocerlos a todos;
25. no necesitaba que nadie lo informase sobre el hombre, pues él conocía lo que el hombre llevaba dentro.
3. 1. Ahora bien, había un hombre del grupo fariseo, de nombre Nicodemo, jefe entre los Judíos.
2. Éste fue a verlo de noche y le dijo:
- Rabbí, sabemos que has venido de parte de Dios como maestro, pues nadie puede realizar las señales que tú estás realizando si Dios no está con él.
3. Jesús le replicó:
- Sí, te lo aseguro: Si uno no nace de nuevo, no puede vislumbrar el reino de Dios.
4. Le objetó Nicodemo:
- ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Es que puede entrar por segunda vez en el seno de su madre y nacer?
5. Repuso Jesús:
- Pues sí, te lo aseguro: Si uno no nace de agua y Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6. De la carne nace carne, del Espíritu nace Espíritu.
7. No te extrañes de que te haya dicho: “Tenéis que nacer de nuevo”.
8. El viento sopla donde quiere y oyes su ruido, aunque no sabes de dónde viene ni adónde va. Eso pasa con todo el que ha nacido del Espíritu.
9. Replicó Nicodemo:
- ¿Cómo es posible que eso suceda?
10. Repuso Jesús:
- Y tú, siendo el maestro de Israel, ¿no conoces estas cosas?
11. Pues sí, te aseguro que hablamos de lo que sabemos y que damos testimonio de lo que hemos visto personalmente, pero nuestro testimonio no lo aceptáis.
12. Si os he expuesto lo de la tierra y no creéis, ¿cómo vais a creer si os expongo lo del cielo?
13. Nadie sube al cielo para quedarse más que el que ha bajado del cielo, el Hombre:
14. Lo mismo que en el desierto Moisés levantó en alto la serpiente, así tiene que ser levantado el Hombre,
15. para que todo el que lo haga objeto de su adhesión tenga vida definitiva.
16. Porque así demostró Dios su amor al mundo, llegando a dar a su Hijo único, para que todo el que le presta su adhesión tenga vida definitiva y ninguno perezca.
17. Porque no envió Dios el Hijo al mundo para que dé sentencia contra el mundo sino para que el mundo por él se salve.
18. El que le presta adhesión no está sujeto a sentencia: el que se niega a prestársela ya tiene la sentencia, por su negativa a prestarle adhesión en su calidad de Hijo único de Dios.
19. Ahora bien, ésta es la sentencia: que la luz ha venido al mundo y los hombres han preferido las tinieblas a la luz, porque su modo de obrar era perverso.
20. Todo el que obra con bajeza, odia la luz y no se acerca a la luz, para que no se le eche en cara su modo de obrar.
21. En cambio, el que practica la lealtad se acerca a la luz, y así se manifiesta su modo de obrar, realizado en unión con Dios.
EXPLICACIÓN.
2,23-3,21. El tema de este pasaje es qué clase de adhesión corresponde a la actuación de Jesús en el templo. Después de las reacciones de las autoridades (2,18) y de los discípulos (2,17). Jn expone otras dos, en principio favorables a la actuación de Jesús, pero que éste no acepta por basarse en una interpretación errónea de su mesianismo. La primera es la de un grupo indeterminado que, como los discípulos (2,17), da su adhesión a Jesús como Mesías reformador (23). La segunda reacción es propia de un grupo fariseo, representado por un miembro del Consejo, Nicodemo (3,1). Como hombre de la Ley, ve en Jesús al Mesías-maestro (3,2: Rabbí), enviado por Dios para establecer su reinado por medio de la observancia de la Ley mosaica.
Jesús cambia radicalmente el planteamiento de Nicodemo. La sociedad humana alternativa que Jesús propone (3.3: el reino de Dios) no se formará por la imposición de una Ley externa, sino por la creación de un hombre nuevo. Supone una ruptura con el pasado y el comienzo de una vida de calidad diferente (nacer de agua y Espíritu = 1,13: nacer de Dios = 1,16 : recibir de su plenitud) (5). Nacer carne (6), lo débil y transitorio, en este caso el hombre no acabado; la Ley, que no cambia al hombre, lleva al fracaso. Nace espíritu, lo fuerte y definitivo, el hombre personalizado por su nueva capacidad de amar, umbral de la plenitud humana; el Espíritu transforma al hombre. El viento/Espíritu sopla donde quiere (cf Gn 2,7), el reinado de Dios no conoce fronteras, no se limitará a Israel.
Escepticismo de Nicodemo (9). Diálogo tenso (10). El magisterio fariseo perpetúa a Moisés como maestro (el maestro de Israel). Hablamos de lo que sabemos (11), plural que incluye a la comunidad, en su controversia con el fariseísmo del tiempo de Jn. Lo de la tierra, contenidos de la antigua Escritura (cf. Jr 31,31ss; Ez 36,25ss); lo del cielo, la nueva realidad del Reino, explicada a continuación. Callejón sin salida (12).
Frente a las dos reacciones, verdadera realidad del Mesías (13-21). Para los fariseos, la Ley era fuente de vida y norma de conducta. La única fuente de vida es el Hombre levantado en alto, el Hijo de Dios, don de Dios a la humanidad para salvarla (13-18). Haber bajado del cielo (13) señala la calidad divina de Jesús, por poseer la plenitud del Espíritu (cf. 1,32: el Espíritu que bajaba como paloma desde el cielo). Subir al cielo para quedarse, victoria, éxito. Sólo el que es capaz de amar hasta el don de sí mismo puede obtener y asegurar el triunfo definitivo, instaurar la nueva sociedad humana (el reino de Dios). El hombre levantado en alto (doble sentido: cruz y exaltación), señal visible, fuente de vida que libra de la muerte. Dios es puro amor, pretende sólo salvar, comunicar una vida que supera la muerte (16-17). Ausencia de juicio; es la opción del hombre la que determina su suerte.
La ley era norma de conducta. Ahora lo es el Hombre levantado en alto, el que expresa su amor hasta el fin. Él es la luz que penetra en la tiniebla y distingue actitudes (19). Su figura descubre la opción profunda del hombre; éste puede aceptar la luz/vida o rechazarla. El que opta por la vida/amor tendrá vida para siempre; el que opta contra la vida/amor elige la muerte. Su modo de obrar era perverso, el de los causantes de muerte, los opresores; odia la luz, no puede soportar su denuncia (1,5; 11,53; 12,10; 19,15). No son doctrinas las que separan de Dios, sino conductas (20: su modo de obrar). La lealtad (21) manifiesta el amor; los que han estado a favor de la vida se acercan a Jesús.
Síntesis: El hombre no puede obtener plenitud y vida por la observancia de una ley, sino por la capacidad de amar, que completa su ser. Sólo con hombres dispuestos a amar hasta el fin puede construirse la sociedad verdaderamente humana. Son hombres libres que rompen con el pasado para empezar de nuevo, no ya encerrados en una tradición nacionalidad o cultura. Su vida será la práctica del amor, la entrega de sí mismos, con la universalidad con que Dios ama a la humanidad entera. Una sociedad basada sobre la Ley, no sobre el amor, es siempre opresora e injusta.

LA PRIMERA PASCUA. Sustitución del Templo. Jesús nuevo santuario.

LA PRIMERA PASCUA
Sustitución del Templo.
Jesús, nuevo santuario.
2. 13. Estaba cerca la Pascua de los Judíos y Jesús subió a Jerusalén.
14. Encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas instalados,
15. y haciendo como un azote de cuerdas, a todos los echó del templo, lo mismo a las ovejas que a los bueyes; a los cambistas les desparramó las monedas y les volcó las mesas
16. y a los que vendían palomas les dijo:
- Quitad eso de ahí: no convirtáis la casa de mi Padre en una casa de negocios.
17. Se acordaron sus discípulos de que estaba escrito: “ La pasión por tu casa me consumirá”.
18. Respondieron entonces los dirigentes judíos, diciéndole:
- ¿Qué señal nos presentas para hacer estas cosas?
19. Les replicó Jesús:
- Suprimid este santuario y en tres días lo levantaré.
20. Repusieron los dirigentes:
- Cuarenta y seis años ha costado construir este santuario, y ¿tú vas a levantarlo en tres días?
21. Pero él se refería al santuario de su cuerpo.
22. Así, cuando se levantó de la muerte se acordaron sus discípulos de que había dicho esto y dieron fe a aquel pasaje y al dicho que había pronunciado Jesús.
EXPLICACIÓN.
13-22. La nueva relación entre Dios y los hombres (2,1-11) comporta la desaparición de las instituciones que pertenecían a la antigua. En primer término, la del templo; desde ahora, el lugar donde Dios se manifiesta y desde donde actúa es el hombre mismo.
La Pascua de los Judíos (13) (no “la Pascua del Señor”; cf Éx 12,11.48; Lv 23,5; Nm 9,10.14; Dt 16,1, etc.) es la fiesta oficial, que no conserva el carácter liberador de la antigua Pascua.
El templo (14), centro religioso y símbolo nacional de Israel, convertido en lugar de comercio y explotación. El azote de cuerdas (15) era símbolo mesiánico. Jesús se presenta como Mesías cuando está próxima la fiesta de Pascua y acuden peregrinos a Jerusalén. Anuncia su propósito de sacar (éxodo) al pueblo (representado por las ovejas), cf 10,1ss; Ez 34) fuera de la institución religiosa (15) de la que es víctima. Los cambistas representan el sistema bancario del templo y el tributo que todos los judíos habían de pagar. Principales acusados, los vendedores de palomas (16); la paloma se usaba para los sacrificios expiatorios, en particular de los pobres; como en la figura de las tinajas (2,6), se prometía vanamente la reconciliación con Dios, mientras se explotaba económicamente a los más débiles (cf 1,32; el Espíritu/paloma comunicación de Dios con el hombre). Los vendedores son figura de la jerarquía del templo, que explotaba a los pobres con el fraude de lo sagrado. El Dios del templo ya no es el Padre, sino el dinero (16): templo idolátrico. Mi Padre: nueva afirmación mesiánica (cf. Sal 2,7). La relación con Dios ya no es religiosa, sino familiar (Padre); no de temor, sino de amor y confianza.
Los discípulos (17) interpretan el gesto en clave de celo de Elías (1 Re 19,10.14.15-18; 2 Re 10.1-28; Mal 3,1ss.23; Eclo 48,1-11). Ven en Jesús un Mesías que va a reformar las instituciones por la violencia.
Los dirigentes del templo (18), representados antes por los vendedores, no hacen caso de la exhortación de Jesús; le piden sus credenciales como Mesías. La función del templo era significar la presencia activa de Dios (cf. Éx 40,34-38). Ellos la han anulado, haciendo del templo un mercado. Jesús, en quien habita la gloria/Espíritu (1,14), es el nuevo santuario que invalida todos los anteriores. Matando a Jesús (19), los dirigentes intentarán eliminar definitivamente la presencia de Dios, al que ya han desalojado del templo. La expresión cuerpo/persona, usada en Jesús (21) (cf. 19,31.38.40; 20,12), es extensible a los que posean el Espíritu (7,38; 19,34) (21).
Solo cuando Jesús resucite comprenderán los discípulos que su celo lo había llevado a dar la vida por los hombres, no a quitar la vida a otros. A todo lo largo del relato evangélico, la adhesión a Jesús (2,11) coexiste en los discípulos con la interpretación errónea de su misión (22).

miércoles, 4 de febrero de 2009

Caná; sustitución de la alianza.

EL DÍA DEL MESÍAS (2,1-11,54)
CICLO DE LAS INSTITUCIONES (2,1-4,46a)
Caná: Sustitución de la alianza.
2. 1. Al tercer día hubo una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús:
2. y fue invitado Jesús, como también sus discípulos, a la boda.
3. Faltó el vino, y la madre de Jesús se dirigió a él:
- No tienen vino.
4. Jesús le contestó:
- ¿Qué nos importa a mí y a ti, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.
5. Su madre dijo a los sirvientes:
- Cualquier cosa que os diga, hacedla.
6. Estaban allí colocadas seis tinajas de piedra destinadas a la purificación de los Judíos; cabían unos cien litros en cada una.
7. Jesús les dijo:
- Llenad las tinajas de agua.
Y las llenaron hasta arriba.
8. Entonces les mandó:
- Sacad ahora y llevadle al maestresala.
Ellos se la llevaron.
9. Al probar el maestresala el agua convertida en vino, sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), llamó al novio
10. y le dijo:
- Todo el mundo sirve primero el vino de calidad, y cuando la gente está bebida, el peor; tú, el vino de calidad lo has tenido guardado hasta ahora.
11. Esto hizo Jesús en Caná de Galilea, como principio de las señales manifestó su gloria, y sus discípulos le dieron su adhesión.
1-11. La antigua alianza, simbolizada por la boda en que falta el vino, va a ser sustituida
por la nueva, en la que se dará el vino del Espíritu (Cant 1,2; 7,10; 8,2: el vino, símbolo del amor). Es decir, Jesús va a inaugurar una nueva relación del hombre con Dios, que no estará mediatizada por la Ley (1,17), sino creada por la posesión del mismo Espíritu de Dios, impulso de vida/amor, que hace al hombre/hijo semejante a Dios/su Padre. Jesús, el nuevo Esposo (1,15.30) o centro de la nueva comunidad humana, anuncia el cambio, que tendrá lugar cuando llegue su hora, la de su muerte (4).
Se completa la sucesión de días (1,29.35.43). Al tercer día (1) = dos días después. Sumando estos dos días a los cuatro antes mencionados, resulta que Jesús va a desarrollar su actividad el día sexto, el de la creación del hombre (Gn 1,26-31); este símbolo temporal indica que la obra de Jesús va a dar remate a esa creación. La expresión al tercer día (pasado mañana) alude también a Éx 19,10.11.15.16, donde anuncia la teofonía del Sinaí (Éx 20,1-21; Jn 2,11) y a Os 6,2; al tercer día nos resucitará y viviremos en su presencia. Así, el día sexto será el mismo tiempo el de la creación terminada, el de la alianza nueva en que el Espíritu sustituirá a la Ley (1,17) y el de la resurrección o vida definitiva.
Jesús no pertenece a la antigua alianza, asiste a la boda como invitado. La madre si pertenece, pero reconoce al Mesías y espera en él; expone a Jesús la situación (2-3). Jesús le indica la necesidad de romper con el pasado (4); su obra no se apoya en las antiguas instituciones, trae una novedad radical. Nunca un hijo llamaba mujer a su madre; la madre, mujer casada o esposa (Mt 1,20.24; 5,32; Mc 10,2), representa, bajo la figura de la esposa de Dios, al pueblo fiel de la antigua alianza (19,26; 4,21; 20,15) que espera el cumplimiento de las promesas (figura femenina en paralelo con la masculina de Natanael, 1,48). Ella exhorta a los que colaboran con Jesús a ser fieles a la nueva alianza (Éx 19,8; 24,37) (4-5).
Las tinajas de piedra (6) , en el centro de la narración, representan la Ley (Éx 31,18; 32,15; Dt 4,3, etc.: tablas de piedra); ésta representa a un Dios susceptible que rompe por cualquier motivo su relación con el hombre (impureza), ocultando el amor de Dios; obsesiona al hombre con su indignidad y le promete restablecer la relación del hombre con Dios (purificación). No contienen agua (las llenarán por orden de Jesús), la promesa de purificación es falsa. Seis, número de lo incompleto y provisional.
Al hacer llenar las tinajas de agua (7) indica Jesús que él va a dar la verdadera purificación. El maestresala o jefe del banquete (8) es figura de los dirigentes de Israel. Jesús ordena que saquen de las tinajas y le ofrezcan. Al ofrecérsela, el agua se convierte en vino (el amor produce la purificación y da acceso a Dios) (9).
El maestresala no reconoce el don mesiánico (10), el del amor/Espíritu que une al hombre con Dios (1,17). Protesta del orden en que se dan los vinos: lo antiguo debe ser lo mejor; para él la situación pasada es la definitiva. No acepta el cambio de la alianza.
Jn anuncia una serie de señales que realizará Jesús. La de Caná es principio, prototipo y clave de interpretación de las que seguirán; ha manifestado la gloria/amor de Jesús, cuya experiencia funda la fe/adhesión a él.
Síntesis: La obra de Jesús va a consistir en dar al hombre una capacidad de amar (el Espíritu) que lo lleve a la plena personalización (semejanza con Dios). Esto creará una nueva relación entre Dios y el hombre, la de sintonía (Padre/Hijo), que infundirá una fuerza de vida que supera la muerte y hará innecesaria toda institución mediadora.
Los Israelitas fieles (la madre) pensaban que el Mesías había de renovar la alianza antigua, pero aceptan el cambio que Jesús propone. Los jefes religiosos, en cambio, rechazan de plano semejante cambio, que supondría la autonomía del pueblo y el fin de las instituciones que ellos manejan.
Transición. Campo de la actividad de Jesús.
12. Después de esto bajó él a Cafarnaún con su madre, su gente y sus discípulos y se quedaron allí, no por muchos días.
12. Después de trazado su programa en Caná, Jesús va a comenzar su actividad. Los tres grupos figuran tres posturas frente a la situación, que se dan entre los que lo rodean: La madre, el Israel fiel, será finalmente incorporada a la nueva comunidad universal (19,25ss); los hermanos (su gente) no apreciarán su obra y le serán hostiles (7,3-9); los discípulos le han dado su adhesión. La convivencia pacífica es efímera (no por muchos días), la oposición abierta empezará pronto.